Cuentas pendientes.

"Bien, ahora separense y elijan a sus equipos."
En este mundo donde la educación física de los niños está centrada un %70 en las pelotas (balones en español neutro), un pequeño/a con anteojos no es lo más apto para estas actividades. Los chicos son forzados a esperar ser elegidos para un juego en donde casi siempre una pelota sale despedida a sus rostros y los anteojos (único medio de poder interactuar con el mundo sin chocarse con absolutamente todo) salen terriblemente perjudicados. Más allá de ser el último elegido/a, por lo general los profes nunca los designan como capitanes, entonces estos niños lo único que pueden esperar es ser llamados por alguno noviecito/a o amigo que le deba cierta lealtad (suponiendo muy hipoteticamente que son selectos para capitanes).
Es entonces cuando los infantes se convierten en jóvenes y la misma suerte les espera en el secundario, solo que ahora los profesores son más explícitos con la desaprobación de sus pobres desempeños físicos. Lo que estos profes no se dan cuenta son los años tras años acumulando traumas generados por estas actividades (sino hubieran elegido otra carrera ¿no?). De todas maneras hasta el secudnario tiene su fin, y la agonía de estos pocos jovenes adultos llega a su virtual fin, no sin antes irse con una pequeña mochila llena de material de asuntos sin resolver.
Es un saber general que con el crecer vienen algunas cuentas pendientes guardades en algún lado de este cerebro que llevamos arriva de los hombros y el cuello. Pero la pregunta aca es ¿Nuestras cuentas pendientes siempre terminan encontrándonos? Analizemos por qué algo se convierte en pendiente, por qué no lo llevamos a cabo en su momento, qué nos impidió terminar lo que queríamos hacer. En esta ciudad tan llena de oportunidades, personas, actos y objetos nos encuentran casi por arte de magia, digo ¿cuáles son las probabilidades? Y ahí es cuando tenemos que enfrentarnos al si no lo habíamos hecho por miedo, cobardía, que nos importase demasiado, una fobia fatal o simplemente aburrimiento.
Recientemente tres de mis fobias/traumas/rechazos se juntaron en una sola institución: curso audioperceptiva en un primario y formo parte de equipos en otro materia. Ya se que suena tonto pero esto que nunca hice, elegir un equipo por ejemplo, me dio una sensación de cierre increible, jugué en un primario. Sin contar el hecho de que me estoy quedando en una institución. Hasta los últimos dos años del secundario los di libre, no me gusta ni un poquito cursar ni antes ni ahora, pero aca estoy haciendolo igual, con anginas devuelta, pero, haciendolo.



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