. Quien habla y si/no piensa .

Hoy creo, hice algo bien, algunas cosas bien. Saqué del facebook y del msn a los “fantasmas del pasado”, cosa de no andar recibiendo noticias que no quiero recibir. Como cuando te decían “no me gusta salir, no me gusta bailar.” y tiempo después los ves a los infelices (seguramente felices) moviendo las cachas, o “no me quiero dejar la barba” y cuando te encontas después de un tiempo están todos peludos… No, este no es un post de bronca, este es uno de liberación. Por que no voy a ser mas stalker. No voy a ver fotos de ellos bailando ni fotos de ellos con barba. No señor, no no. Últimamente en mi casa están con ese pensamiento de que me volví una anti-relaciones, mas bien que no creo en ellas. Y esto esta basado no más en unas afirmaciones que me mando cada tanto tales como: “Al año de noviar con alguien las salidas se reducen a más de la mitad.” “Cuando entrás en confianza es un bajón por que todos empiezan a ser sinceros y nadie es parecido a nadie entonces eso significa ceder cosas

Venía el bondi y la veo a ella con los auriculares verdes caminando, le grito su nombre para que me vea. Nos subimos juntas, cada tanto nos encontramos en la parada y cuchicheamos. Ella está tan llena de rulos como de pecas y siempre la veo por dos horas como máximo, como vivimos cerca nos acostumbramos a vernos seguido pero poco tiempo. Cuando alguna se esta por bajar decimos siempre - En la semana nos encontramos a tomar unos matecitos ¿dale?. - Y por lo general, en la semana nos encontramos a tomar unos matecitos. Cuando salgo a la puerta me dice -¿No sabe tocar el timbre este nene? -No debe saber, no es fácil pobre jaja -Que toque timbre! - Jaja chau, nos vemos mas tarde Cuando me subo al auto sonaba un partido de fútbol a un volumen mediano. Siempre tengo esta sensación de que me voy a golpear la cabeza contra la parte de arriba de la puerta. - ¿Cómo van? - ¡La puta madre! No iban bien al parecer, no se, yo no entiendo nada de pelotas. Después de que comimos creo que empataron, no

Nos conocimos en una parada de colectivo, nos miramos y cuando nuestros ojos se cruzaron veloces ocultamos nuestros rostros del otro. Pelo castaño, campera de cuero, barba y ojos marrones. Me hacía la graciosa hablando con mi mamá, me faltaban plumas que completaran el acto de pavoneo. Y él me sonreía. Supuse que cuando subiéramos la colectivo me hablaría. Armada de valor abordé esos dos escalones, pero nada, no cruzamos palabra hasta que se bajó en Acoyte y me saludó desde la vereda. El colectivo siguió su camino y al tiempo seguramente los dos nos olvidamos. Hay que escribir antes de que la gente caiga en el olvido.

Estaba sentada en un taxi, del lado izquierdo, viajaba con mi hermano. El sol daba sensación de calor en las mejillas, y estaba esa brisa de cuando el clima se pone primaveral. La ventana a medio abrir y mi pelos balanceandose con el viento me hacían cosquillas en la cara. Había olor a pasto recién cortado, mezclado con pochoclos. Lo miré a mi hermano, tenía ese corte con raya al medio y unos anteojos de sol amaromados. -¿Esto es un sueño sabes?- - Ya lo sé - me contestó. Y abrí los ojos.