Amague.
Se acomoda, pone una mano en su cartera, mira para un costado un tanto inquieta y luego vuelve a fijar la vista adelante. Se tensa agarrandose, el viento le mueve los cabellos y vuelve a aflojarse como si nada hubiera pasado. Un sujeto se posiciona a su lado, creyendo leer en su lenguaje corporal un indicio, el repetido ademán de agarrar la cartera y mirar primero a un costado, luego al otro. Quizá un poco ansioso la mira demasiado, pero ella completamente indeferente a esto sigue en su mundo mirando por la ventana. El que meta la mano en la cartera quiere decir muchas cosas para el sujeto expectante, agotado. Y ella, saca un pañuelo bordado con sus iniciales. Sujeto mira hacia el techo indignado por el amague de la mujer, comodamente sentada. Al final el se termina bajando del colectivo sin haber descansado un segundo. Los esperan horas de laburo y muchos sueños rotos.