La libertad,la poligamia y las verdulerías.

La libertad poligámica abraza el concepto de ser varias cosas.
La liberta lo es todo con todo,
se puede elegir lo que sea, y lo que sea con quien sea, como sea, donde sea.

Nada en esta libertad poligámica nos prohibe enamorarnos,
nada nos impide querer por ejemplo un amor monogámico.
Porque entonces, si se nos impidiera ser monogámicos por una supuesta poli-libertad,
pues,
no seríamos libres,
la palabra libertad es la cuestión acá.

Siento, diria,
una corriente poligámica mundial en la generación que me compete y,
siento, quizás, diría,
que en el afán de conquistar los mas reconditos lugares de la libertad, de la no relación, del bleh...
nos perdemos un poco de esa libertad.
Porque ser libre es elgir lo que se nos cante el ser en si mismo.
Porque ser libre implica sacudirnos el miedo.
Temer a la institución pareja, a la rutina, al perderse en medio de una situación sentimental,
eso es y será siempre,
seres humanos aterrados de interactuar exponiendo partes vulnerables,
mostrando la permeabilidad que nos recubre en ese basto órgano que llamos,
piel.

Y si caimos en la rutina fue porque lo dejamos suceder,
y si nos perdimos en todo esto, fue porque nos dejamos perder,
y si nos olvidamos de nosotros, fue porque nos sentimos cómodos perdiéndonos un rato
un rato en ese afán constante de encontrarnos.
Porque no nos encontramos sin habernos perdido previamente.
Y queremos perdernos...

Tratemos de no ser nocivos,
no escondamos cien mangos para sentir que al encontrarnos ganamos la lotería.
No nos perdamos en un primer lugar, no nos llevemos a lugares chotos.
Seamos sanos, demoslé al otro quienes somos y no vendamos fruta.
No somos verdulerías ambulantes.